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Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que alrededor de 568 millones de personas en todo el mundo experimentan dolores de espalda durante la temporada invernal.
Es importante aclarar que no hay una relación directa entre la disminución de las temperaturas y el dolor de espalda. Sin embargo, es común que, al experimentar frío, adoptemos una postura encogida que puede sobrecargar la musculatura y contribuir a la aparición de contracturas y molestias en la espalda, en especial en la zona cervical.
Adicionalmente, durante las olas de frío, se produce una alteración brusca en la presión atmosférica. Las personas que ya sufren de alguna dolencia en la columna vertebral o padecen reumatismo pueden experimentar rigidez en las articulaciones y, en algunos casos, sentir dolor.
En este artículo, obtendrás la siguiente información:
¿Cuál es la relación entre el frío y el dolor de espalda?
Consejos para prevenir el dolor de espalda en climas fríos.
¿Cómo la quiropráctica te puede ayudar?
Cuando sentimos frío, nuestro cuerpo responde de manera instintiva encogiéndose. A nivel muscular, los músculos se contraen involuntariamente, y se producen espasmos musculares, dado que nuestro organismo busca generar calor.
Este proceso está controlado por el hipotálamo, que regula la temperatura corporal. En pocas palabras, el encogimiento y los espasmos musculares son respuestas automáticas destinadas a mantener nuestro cuerpo cálido cuando enfrentamos condiciones frías.
La exposición continua al frío puede desencadenar dolores musculares a causa de la formación de contracturas. Además, es posible experimentar calambres, ya que el frío provoca la retracción de las fibras musculares y la vasoconstricción de los vasos sanguíneos. El cuerpo, en un esfuerzo por conservar el calor en los órganos vitales, limita el flujo sanguíneo en las áreas más cercanas a la piel. Esta vasoconstricción puede generar sensaciones de hormigueo.
Estas contracturas pueden provocar un dolor intenso, lumbalgia, dolores referidos en las piernas, así como molestias en el cuello y los hombros. La zona cervical suele ser la más afectada.
Es relevante mencionar que las personas que padecen fibromialgia y artritis son más susceptibles a los efectos del frío.
Aquí te ofrecemos algunas medidas preventivas:
No obstante, si se padecía de alguna dolencia previa, es crucial buscar un diagnóstico por parte de especialistas en columna vertebral. Esto permitirá realizar una revisión exhaustiva que descarte posibles afecciones y evite el empeoramiento de cualquier enfermedad.
La quiropráctica al corregir las subluxaciones vertebrales, restablece el correcto funcionamiento de las vértebras, aliviando el dolor y proporcionando una solución a largo plazo. Es una solución efectiva y segura para mejorar la salud de la columna vertebral y la salud en general.
Si sufres de dolor de espalda o molestias cervicales crónicas o síntomas relacionados te recomendamos consultar con un quiropráctico.
En España, si buscas un quiropráctico verifica que sea miembro de la Asociación Española de Quiropráctica(AEQ), que reúne exclusivamente a los licenciados en Quiropráctica con título universitario expedido por alguna de las universidades de Quiropráctica reconocidas por el Consejo Europeo de Educación Quiropráctica.
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